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¿Qué es?

Una crónica cruda sobre fertilidad, dolor y deseo. Marina Larrondo analiza el sistema de salud argentino, explica paso a paso cómo funciona un tratamiento in vitro, disecciona el modus operandi de las chamanas del puerperio, e investiga sobre el pensamiento mágico en las clases medias. Un texto filoso allí donde se gesta lo humano.

Especificaciones
tamaño14,5x20
páginas148
encuadernaciónBinder
tintas2 (negro +pantone)
terminacionesLaca brillante sectorizada
isbn
978-631-90059-5-0

Para quién

Personas interesadas en maternidad y fertilidad. Lectores interesados en posverdad. Profesionales de la salud.

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Contratapa

“Quedé embarazada enseguida, dos veces, con seis meses de diferencia. Ambos los perdí entre las semanas 8 y 9, así que mi ginecóloga me indicó hacer algunos estudios. No encontró nada que explicara qué había sucedido más que la mala suerte. Era mi primera tragedia íntima y me parecía absurda, gratuita e injusta.”

Una larga serie de abortos recurrentes pone el relato en movimiento. Marina Larrondo es socióloga pero escribe como un detective privado. Esta crónica en primera persona está planteada como una pesquisa y, en el afán de encontrar una respuesta, la autora no deja piedra sin levantar. Analiza el sistema de salud argentino, explica paso a paso cómo funciona la medicina reproductiva, disecciona el modus operandi de las facilitadoras de terapias holísticas, investiga el pensamiento mágico en las clases medias, recupera historias, estadísticas y literatura. Navega internet hasta ahogarse en información —equivocada o correcta, irrelevante o maliciosa— y regresa con un mapa donde todo está demarcado: qué rol cumple la suerte, cómo sopla cruzado el discurso de los otros, qué profundidades alcanza el dolor, el humor y el amor. Dónde quedan los límites del cuerpo. Dónde habitan los monstruos.

Marina cuenta su historia y a la vez cuenta el mundo. No romantiza la ciencia ni condena las nuevas espiritualidades. Pero su crítica cala hondo en ambas, porque su prosa es lúcida y severa; sobre todo, con ella misma. Busca siempre decir la verdad. Sus palabras vibran en el centro mismo de lo humano, donde se divide la carne y el espíritu.